Faltan dos días para Halloween y ya le veo cara de calabaza a todo lo que se mueve. Algunos adornos los tengo puestos desde hace semanas, pero en este frenesí festivo en el que me hallo todo me parece poco y ayer estuve haciendo estos fantasmitas que vi en A Beautiful Mess, sustituyendo el encaje y el cordel por tul blanco y lazos.
Me gusta el efecto que hacen las cintas una vez anudadas, parecen bracitos fantasmales extendidos.
Esta tarde he ido, como cada año, a la tienda de disfraces del pueblo a comprar las chucherías para cuando los niños vengan a pedir truco o trato. Es uno de mis momentos preferidos de estas fiestas porque cuando se acerca el día treintayuno la tienda está llena de gente y ponen música de películas de Tim Burton, y podría sentarme en un taburete y quedarme allí toda la tarde. Y sería la loca del taburete.
Se hacen en un plis: simplemente tenemos que dibujar la silueta de nuestro dedo índice con un margen de aproximadamente un centímetro para que no quede demasiado justo, recortar dos piezas de fieltro para hacer el cuerpo y añadir los detalles monstruosos que queramos. Yo les he puesto un ojo, una buena dentadura, dos cuernitos y dos brazos en posición de asustar que no asustan nada. El ojo y la boca se cosen a la parte frontal con unas pocas puntadas, y las otras piezas se van insertando a medida que cosemos el contorno, dejando la parte de abajo abierta para meter el dedito.
Es una buena idea si vais a tener niños en casa, o si esperáis la visita de vuestros pequeños vecinos. O para divertirnos un rato, que yo con una marioneta de dedo echo la tarde.
Si es que sale muy barato entretenerme...¡buenas noches y feliz -y festiva- semana!